Nuevas investigaciones de Johns Hopkins muestran que la arquitectura de IA adecuada puede reflejar la actividad cerebral humana incluso antes del entrenamiento. Esto demuestra que la inteligencia no se construye solo con datos de fuerza bruta y cálculo. Pero la arquitectura es solo la mitad de la ecuación. Estos modelos aún necesitan datos reales, diversos y basados en humanos para aprender de forma eficiente. Este es el vacío que llena Perceptron. Nuestra malla de datos descentralizada proporciona la señal global de alta calidad de la que dependen estos modelos de próxima generación. Los modelos similares al cerebro necesitan datos similares al cerebro, y Perceptron proporciona la base de datos que los hace verdaderamente inteligentes. ¿Crees que con los datos adecuados la IA alguna vez podrá pensar como el cerebro humano? Fuente: