Mis reflexiones personales sobre la parte de COVID de la última reunión del ACIP: Las recomendaciones votadas por el ACIP para las vacunas COVID capturan los principios de la medicina personalizada, moderna y ética, que se basa en una evaluación matizada del riesgo-beneficio individual. Es evidente que la mayor parte del público y la gran mayoría de los trabajadores de la salud (90%) no creen en la narrativa de que las vacunas COVID son 'seguras y efectivas' y que deben ser administradas a todos cada año. ¡Lo demostraron con sus acciones, al no seguir las recomendaciones pasadas de los CDC! Las discusiones durante las reuniones del ACIP fueron robustas, completas y rigurosas. Fue la primera vez que el ACIP discutió riesgos críticos e incertidumbres como la respuesta inmune a refuerzos repetidos, la biodistribución, la farmacocinética y las posibles impurezas, así como la falta de datos fiables para evaluar los beneficios de los refuerzos repetidos. Lo más importante es que esta fue la primera vez que se reconocieron las lesiones por vacunas y a los lesionados por vacunas como un problema que debe ser abordado. Los miembros del ACIP escucharon a algunos de los miembros del grupo de trabajo de Inmunización COVID, quienes son académicos de primer nivel en sus respectivas áreas. También fue la primera vez en que el ACIP tuvo debates científicos significativos, incluyendo escuchar la opinión minoritaria en el grupo de trabajo. Así es como se supone que debe funcionar la ciencia y cómo se construye la confianza.