"Morning Wood" me saluda antes de que lo haga el sol, como si mi cuerpo celebrara victorias que mi mente aún no ha ganado. sin embargo, el mundo me dice que me levante, sin darme cuenta de que soy ya en contra de mi voluntad. ¿Qué pasa si la madera de la mañana no es vergüenza, sino resiliencia? Tal vez sea una prueba de que incluso en reposo, el cuerpo se niega a rendirse.