Computación DNA recargable por calor: circuitos lógicos que se reinician con un pulso de calor El ADN no es solo el portador de información genética, sino que también se puede programar como un lenguaje de pares de bases para construir circuitos que computan. Durante las últimas dos décadas, los investigadores han diseñado puertas lógicas de ADN, osciladores e incluso redes neuronales. El desafío es que la mayoría de estos sistemas son de un solo uso: una vez que un circuito funciona, se desplaza hacia el equilibrio y deja de funcionar. Cada nueva tarea requiere nuevas hebras de "combustible", creando residuos y limitando la escalabilidad. Tianqi Song y Lulu Qian presentan una alternativa sorprendente: circuitos que se recargan con nada más que un breve pulso de calor. Al atar las salidas a sus puertas en una estructura de horquilla, las entradas aún impulsan el cálculo a través del desplazamiento de la hebra, pero después de su uso, el calentamiento rompe los enlaces débiles mientras que los enlaces fuertes se mantienen. Luego, el enfriamiento restaura el sistema a un estado listo atrapado cinéticamente, preparado para nuevas entradas. La recompensa es grande. Demuestran al menos 16 rondas de cálculo reutilizables en el mismo tubo, con reinicios en minutos. El enfoque se escala a circuitos con más de 200 especies de ADN, incluidas las redes neuronales en las que el ganador se lo lleva todo y un clasificador de 100 bits que distingue los dígitos 6 de 7 de MNIST. El rendimiento se mantiene constante en todos los reinicios, con una acumulación mínima de residuos. El resultado es una especie de fuente de energía universal para la computación molecular: el calor actúa como la "batería" que alimenta la lógica, los umbrales y las redes neuronales sin combustibles personalizados. Apunta a un futuro en el que las computadoras de ADN mantienen comportamientos de larga duración, adaptativos y potencialmente de aprendizaje en sistemas químicos autónomos. Papel: