Es una locura cómo algunas personas que conoces se sienten instantáneamente familiares, como si sus almas ya se conocieran de hace vidas. Amigos, amantes, socios comerciales o compañeros de equipo, es raro e intoxicante cuando sientes ese tipo de conexión. De la misma manera, también es sorprendente cómo las personas pueden pasar de ser muy importantes en tu vida un día a no ser más que recuerdos unos meses después. Por último, una de mis mayores realizaciones este año es lo adaptables que son los humanos. Lo he visto de primera mano con un familiar que está pasando por una pesadilla absoluta en este momento, y por extensión todos nosotros con ella, sin embargo, cada día ella persevera. Lo que es un escenario terrible se ha convertido en parte de nuestra vida diaria de una manera extraña que lo aceptamos pero no dejamos que arruine todo lo demás. Nos hemos adaptado a esta (esperemos que temporal) realidad como muchos otros lo han hecho antes, pero también no podemos esperar a que quede atrás.