En 1992, Nirvana se presentó en Buenos Aires ante una multitud masiva en el estadio. La noche tomó un giro oscuro cuando el público comenzó a lanzar barro y basura a la banda telonera, compuesta solo por mujeres—Calamity Jane. Kurt Cobain estaba indignado por la forma en que trataron a la banda. En lugar de ofrecer al público el espectáculo que querían, Nirvana hizo una declaración. Se saltaron sus canciones más populares, provocaron el riff de apertura de Smells Like Teen Spirit varias veces sin llegar a tocarlo, y llenaron el set con caras B, cortes profundos y temas crudos que la mayoría del público no conocía. Cobain dijo más tarde que fue una de las peores experiencias que tuvo la banda con un público.