Curioso, lo que sucedió después de la última guerra comercial de divisas y el endurecimiento de las regulaciones continentales. Un grupo de proyecto me acaba de llamar y me pidió que borrara todos los registros de chat con su WeChat, solo porque alguien del equipo trabajaba en el continente, que fue la primera vez que las dos partes borraron mensajes entre sí. Es mágico.