"¿Conoces los nombres de las personas a las que les estás dando todas tus claves privadas? ¿Cuántos de ellos hay? ¿Confías inequívocamente en todas sus operaciones?" Estas son preguntas que me gusta hacer cuando un administrador de capital institucional me pregunta por qué no debería poner toda su participación en un solo operador de nodo y, en cambio, debería confiar en un grupo de profesionales con tolerancia a fallas. Los compromisos son inevitables, las consecuencias pueden variar desde la pérdida de ingresos hasta la pérdida total. Ese riesgo no vale la pena cuando se gestiona un capital significativo, y es por eso que estamos viendo que estos sofisticados asignadores exigen configuraciones distribuidas, tolerantes a fallas y multioperador de su proveedor de participación.