He hecho un cortometraje. Mira las cosas que te rodean: puertas, contenedores, escaleras, muebles, barandillas, manijas de puertas, ventanas. ¿Te gusta cómo se ven o no? El diseño moderno se ha vuelto aburrido, pero no tiene por qué ser así. La palabra "hermoso" se usa en exceso. No necesitamos lámparas "hermosas", paradas de autobús y fuentes de agua, solo necesitamos lámparas, paradas de autobús y fuentes de agua que sean interesantes, que realmente signifiquen algo. O, al menos, no aburrido. Porque la estética de la arquitectura y el diseño urbano no son solo una ventaja; cambian totalmente la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos. Los entornos aburridos nos hacen más estresados y menos productivos; erosionan nuestro sentido de comunidad; nos hacen más tristes, menos confiados y más solitarios. Un mundo aburrido es aquel en el que pasamos aún más tiempo en línea y donde nuestras adicciones son aún más difíciles de combatir. El problema Existe una insatisfacción global y generalizada con el aspecto del mundo. En esta película, y en la serie a la que conducirá, queremos investigar ese sentimiento y darle voz. El punto no es que debamos volver al pasado o deshacernos del modernismo. Se trata de aprender del pasado para mejorar el presente y de darle al público lo que claramente quiere, que no es la erradicación del modernismo sino la coexistencia del modernismo Y el tradicionalismo. Solo mira a dónde van los turistas, dónde toman sus fotos, y eso te dice todo lo que necesitas saber sobre lo que la mayoría de la gente encuentra interesante o hermoso. Y mira a dónde va la gente de vacaciones. Siempre es a ciudades llenas de arquitectura y diseño antiguos, con iglesias, mezquitas y palacios, con encantadores callejones y escaleras de piedra y barandillas de hierro forjado. De los cincuenta edificios más visitados del mundo, solo cuatro se construyeron en el siglo XX, y todos son museos o monumentos. ...