Cuando los mercados caen tan rápido, mucha gente es aniquilada. Algunos comienzan a pensar que este es el final y actúan por desesperación. Justo después, verás a otros tratando de exprimir todo lo que puedan, empujando basura o posiciones en las que están enterrados solo para salvarse. No muerdas el anzuelo. Esto no es "eso". Siempre hay períodos tranquilos, pero las oportunidades siempre regresan.