Vendió su primera startup, se mudó a Bali y se dijo a sí mismo que había terminado. No más noches en vela. No más código. Pero un problema seguía carcomiéndolo. La IA podía hablar, pero se desmoronaba en el momento en que le pedías que impulsara software real. Tres semanas después, estaba de vuelta en su laptop construyendo un sistema para solucionarlo. Esta es la historia de Yoeven D. Khemlani y cómo construyó @jigsawstack. 🧵👇