En mi ciudad natal de Houston, Texas, estoy orgulloso de respaldar a mi viejo amigo, Jon Bonck, para el Congreso en el 38º Distrito de Texas. Jon es un hombre de profunda fe, un esposo y padre devoto que entiende lo que hace fuerte a Texas: fe, familia y libertad. Ha dedicado su vida a ayudar a los texanos a construir estabilidad e independencia, guiando a las familias hacia la propiedad de viviendas, la seguridad financiera y un futuro mejor para sus hijos. Jon sabe que la fuerza de nuestro país comienza en nuestros hogares, nuestras iglesias y nuestras comunidades—no en Washington. No tengo dudas de que, en el Congreso, luchará por defender nuestros valores y proteger nuestras libertades. Espero con ansias su victoria.