Puertas derribadas, apartamentos registrados y dejados en desorden sin órdenes judiciales.   Ciudadanos estadounidenses atados con bridas y detenidos durante horas, sacados de sus propios hogares sin explicación.    Niños aterrorizados y sollozando.    Todo en medio de la noche.   Esta redada fue un asalto a los derechos civiles que debería alarmar a cada estadounidense.