El dinero y la apariencia son cosas que la mayoría de las personas desean, pero la mayoría nace sin ellas. Durante la mayor parte de la historia humana, si eras pobre o feo, ese era tu destino. Hoy las cosas son diferentes: puedes trabajar duro, esforzarte y acumular riqueza. Pero hasta hace muy poco, si nacías feo, no había mucho que pudieras hacer. Sin embargo, en los últimos 20 años ha quedado claro que casi cualquier cosa es posible, a menudo tan fácil como ponerte brackets o teñirte el cabello. La pérdida de cabello, el vello no deseado, las narices deformadas, los dientes torcidos o pequeños, los depósitos de grasa obstinados, un mentón débil o una línea de mandíbula suave, la piel flácida o arrugada, todo es mayormente opcional ahora. Solo una pastilla o un procedimiento ambulatorio y el salario de un mes pueden eliminar tu característica más problemática. Sospecho que dentro de 20 años, nuestro menú farmacéutico incluirá pastillas para el crecimiento muscular y aumentos de altura para los niños también. Probablemente también ralentizaremos drásticamente los aspectos físicos externos del envejecimiento. Puede que no te reconozcas en el espejo cuando termines, pero es notable cuánto puede cambiar una persona su apariencia con algo de dinero hoy en día. No creo que esto sea inherentemente bueno o malo, solo un desarrollo interesante en nuestra sociedad. Nacer no es destino.