Hoy pasé media hora revisando el feed de Twitter y me di cuenta de que, en realidad, los blogueros chinos son, en su mayoría, grandes trampas y pequeñas trampas, pequeñas trampas y acero de refuerzo. Dos personas que conozco pueden aparecer al mismo tiempo en decenas de diferentes grupos de KOL. Para estas personas, siento tanto envidia como admiración. La envidia proviene de su capacidad para moverse con facilidad en cualquier grupo, mientras que la admiración se debe a que lograr esto sin una inteligencia emocional extremadamente alta es imposible. Un gran aplauso para ellos.