Buenos días desde Alemania, donde el crecimiento de Berlín está superando al del país en su conjunto. La ironía: a pesar de su a menudo disfuncional gobernanza, la capital está menos expuesta al dolor de la desindustrialización porque tiene poca industria pesada. En cambio, Berlín se beneficia del turismo y de una economía digital en auge, ambos de los cuales siguen siendo motores positivos.