Algunas empresas lanzan una aplicación después de una larga espera, solo para que la uses y sientas: "¿Qué demonios? ¿Cómo pudo este desastre roto tardar seis meses en salir? — esto parece que se juntó en 6 semanas". No es la aplicación Defi. Cada pequeño detalle ha sido elaborado a mano. Aún queda mucho por hacer. Pero estoy orgulloso de lo lejos que hemos llegado.