En la economía de la atención, el olvido es más aterrador que la muerte. ¿No saben si todos recuerdan a ese perrito con un gorro de punto rosa? WIF, Dogwifhat, fue una de las meme coins más populares en Solana. En su momento más brillante, su imagen inundó las redes sociales, los memes se propagaron por la comunidad cripto de la noche a la mañana, y su capitalización de mercado alcanzó miles de millones de dólares, incluso Pepe fue eclipsado por ella en un momento. Pero ahora, casi ha desaparecido de la memoria de todos. No fue un rug pull, ni fue hackeada. Simplemente fue olvidada lentamente: El KOL @Ansem, que la apoyó al principio, ya no la menciona, la comunidad se ha ido apagando, los memes dejaron de actualizarse; después del fracaso del proyecto The Sphere, casi 700,000 dólares fueron devueltos, y la confianza de la gente se desmoronó. Ese gorro de punto rosa, que alguna vez se subastó a un alto precio y simbolizaba la fe en los memes, también fue subastado apresuradamente, como si fuera su último recuerdo. WIF no logró convertirse en Doge: no tuvo el retweet de Musk; tampoco pudo generar una nueva cultura y ecosistema de memes como Pepe. No fue un rug pull, pero el resultado de un rug pull ya había ocurrido. No hubo un anuncio de muerte, pero todos se dieron la vuelta y se fueron en silencio. Su desaparición no se debió a que no fuera lo suficientemente buena. Simplemente perdió la atención. A menudo me pregunto por qué algunas cosas que alguna vez amamos tanto, al final solo quedan en burbujas. Quizás sea porque las emociones en sí mismas no son duraderas, necesitan ser constantemente estimuladas, respondidas y actualizadas. Pero ya vivimos en una era impulsada por la dopamina: no se mantiene la atención por fe, sino por "se siente bien". La verdad más profunda es que, en este mundo dominado por la atención, el destino de las meme coins nunca ha sido lineal. Un tweet puede crear una moneda que se multiplica por cien, una vez de opinión pública puede hacer que todo se derrumbe. Aquí no hay desapariciones lentas, solo el momento de caer desde la cima. Ni siquiera tienes tiempo para despedirte, ya ha desaparecido de la línea de tiempo de la gente.