Los ejecutivos públicos tienen el deber fiduciario de salvaguardar y asignar eficazmente su tesorería corporativa. Si no almacenarían sus activos digitales en la billetera caliente de un tercero; deberían tratar su ETH en staking con el mismo rigor. Aprovechar validadores distribuidos de grado institucional y multioperador minimiza su exposición al riesgo de contraparte en casos de robo clave, slashing, tiempo de inactividad, fallos de clientes y más.