La mayoría de las personas cometen el error de sentirse demasiado cómodas una vez que comienzan a ganar dinero. En lugar de encerrarse y esforzarse más, actúan como si el dinero siguiera fluyendo para siempre hasta que se detuviera y terminaran en bancarrota nuevamente. La mejor estrategia es fijar el mayor valor posible en activos intangibles que puedan resistir cualquier tormenta. Cuando comiences a ganar dinero, piensa en ello como el comienzo de una guerra que preparas, no te relajas. La etapa inicial está llena de dudas sobre si puede sostenerlo, pero a medida que siga apilando e invirtiendo sabiamente, naturalmente disfrutará de los frutos de su arduo trabajo más adelante. El disfrute debe ser la recompensa, no el punto de partida.